miércoles, 10 de noviembre de 2010

I'm just looking for where I belong.

Alicia persiguió al conejo blanco y cayó por la madriguera, dándose de bruces contra el suelo, dándose cuenta del daño que hacía eso, y dándose cuenta de que el maldito conejo era un capullo. Pero no todo son caídas, conejos extraños y laberintos, también tiene su lado bueno: Alicia es una chica demasiado despistada y demasiado torpe, no puede haber un día en el que no se tropiece con algo, y caiga o no, lo hace. Es testaruda, y aunque se quede callada porque le haya molestado lo que dijeras, por dentro seguirá pensando en lo suyo, y a lo de los demás, que les den por donde más les duela. Pero no es culpa suya, es sólo esa bipolaridad que suele afectarla a menudo. Es dulce, mimosa, risueña y soñadora, tanto como silenciosa, fría y orgullosa. No puedes dejarte engañar, porque no siempre sale por donde te esperas: te está hablando de que piensa inventar algo que ayude a los calvos a conseguir que crezcan tupés de los árboles, y cambia de tema para decirte que hoy se ha cruzado con su abuela en el estanco.  Su imaginación es como el espacio. ¿Acaso se le ha encontrado algún final? Suele inventar de todo, lo más tonto posible pasa por su cabeza como si nada. No es propensa a no pensar mucho en lo que dice, pero a menudo se le suele escapar algo que no debía decir, porque le gusta decir la verdad, aunque a veces se sienta cohibida al tener que hacerlo. Simpática, sabe escuchar y sabe respetar las opiniones de los demás. Pero no siempre es así, porque si se enfada, se enfada, y desgraciadamente eso ocurre con bastante rapidez. Es bastante infantil, aunque muchas veces intente ocultar eso porque sabe que ya es algo que debe hacer. Adora el café, las mañanas de los domingos, las tardes de verano y otoño en las que sólo se oye el murmullo del aire al chocar contra los árboles y los buhos, el invierno pero cuando muchísimo frío, el cielo nocturno, leer novelas fantásticas y de aventuras, el cine de comedia, aventura y fantasía, las series policíacas, las series fantásticas y de ciencia-ficción, el olor que desprenden los jazmines, los gatos negros, las avionetas, observar la manera en la que sonríe la gente, tocarse el pelo, hacer fotos que no tengan que tener sentido, en caso de que lo tengan, publicarlas y sentirse bien por ser una modelo algo extraña, las tormentas, pasar tiempo con sus amigas, a su mejor amiga Eva, a su hermano Eric, a sus mejores amigos Kevin y Alberto, a Wybie, a Godzilla, a su futuro Twister, NY, Londres, París, Las Vegas, Dublín, el color morado, el verde, el azul oscuro, el azul claro, el rojo, el amarillo, el blanco, las zebras, los zorros, la letra z, el "arroz que más nos gusta", los espaguettis carbonara, la comida china, dormir, escribir historias, crear personajes con nombres extravagantes, el ruido de la lluvia, pasear bajo esta, poner los ojos en blanco, suspirar dramáticamente, aguantar el hipo, cantar, morderse el labio porque sí, bailar como una loca y petarse los huesos de los nudillos y los dedos. Odia los payasos, los payasos y los payasos. Pero además odia el ruido que provoca la tiza al rozar la pizarra, odia a las chicas que no saben ni cómo son por una gravísima falta de personalidad, odia los lunes, madrugar, los guisantes, odia a la gente que habla o actúa demasiado lento, odia que se la queden mirando sin ninguna expresión, y odia quedarse sin saber las cosas. 

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